martes, 14 de febrero de 2017

Victor Frankenstein

Cuando veo cosas como Victor Frankenstein de Paul McGuigan siempre me pregunto si ciertos clásicos de la literatura no se deberían dejar en paz para siempre. Son tantas las adaptaciones de todo tipo que se han hecho de la historia de Frankenstein que resulta difícil aportar algo nuevo que no se haya dicho ya. Sin embargo lo intentan en esta versión.

Un payaso jorobado, diana de todas las burlas y bromas del circo donde trabaja es secretamente un verdadero entendido en anatomía humana y un consumado dibujante. Una de las acróbatas del circo sufre un terrible accidente durante una de las actuaciones. Entre el público se encuentra el doctor Frankenstein que inmediatamente acude a socorrer a la artista caída. El payaso colabora activamente en una cura de emergencia en la propia pista, y Frankenstein, dándose cuenta del enorme talento que atesora el joven bufón decide rescatarlo del circo y convertirlo en su ayundante. A partir de este original planteamiento la historia se desarrolla más o menos como suele ser habitual aunque con algunas curiosas novedades.

La película es una coproducción entre Estados Unidos, Canadá y Reino Unido y desde luego no escatiman en gastos: Cuidadas recreaciones por ordenador del Londres decimononico, excelente ambientación de época a todo detalle, magnífico vestuario, perfecta partitura...en definitiva y al contrario que en ciertos paises de la Europa mediterranea, se nota que no se ha desviado ni un sólo dólar o libra del destino previsto.

¿Tanta inversión económica se traduce en una gran película como resultado? Me temo que no. A ver,  todo  resulta correcto; hay aventura, sorpresas, algunos actores conocidos, acción incluso, pero no deja de ser una película para pasar el rato, lo cual, por cierto, es más de lo que se puede decir de la mayoría de las películas. Sin embargo aunque cumple su cometido de entretener, me resulta difícil implicarme con estas producciones que se hacen sobre el mito de Frankenstein.

Es una historia la del Doctor Frankenstein que cuando se publicó podía tener algo de sentido pero hoy en día después de tantos avances en el campo de la genética, de la tecnología e incluso de la moral científica, resulta excesivamente ingenua, sólo posible en un universo paralelo y no en la Inglaterra del siglo XIX. Total que este pequeño hecho sin demasiada importancia para el aficionado poco exigente a mi me saca de la película  pese a ser entretenida. Digamos que no consiguen que me la crea y eso en cine es el mayor problema que se le puede crear a un espectador.

"No seas pesao, si es una peli de las de hincharse a Doritos y Triskys viéndola" diréis, pero si la veís pensad en la oveja Dolly y veréis como no podéis evitar pensar que es una chorrada.

Calificación final: Oh, que susto, el monstruo de Frankenstein...una vez más.

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