lunes, 5 de junio de 2017

Objetivo: Bin Laden

Luego decimos que si las dos Españas. Ultimamente empiezo a sospechar que ese fenómeno tan supuestamente nuestro de tener la sensación de que somos dos países en uno se puede extrapolar perfectamente a la mayoría de naciones del planeta. Especialmente, como no, a Estado Unidos.
La mitad del país parece empeñada en proporcionar historias inauditas y personajes absurdos a la otra mitad para que hagan películas, programas de TV o charlas de Budweiser en mano a pie de barbacoa. Hoy tenemos el retrato de un personaje de lo más particular, que si no fuese porque lo he investigado en internet hubiese jurado que era imposible su existencia.

La peli va sobre Gary Faulkner (Nicholas Cage), un chapuzas a tiempo parcial y un patriota full time en la época de mayor búsqueda de Osama Bin Laden. Gary, obedeciendo las órdenes de Diós en persona, se lanza a comprar un velero cochambroso en San Diego para ir navegando hasta Pakistán a capturar con sus propias manos a Bin Laden. El plan no le sale demasiado bien, pero se le ocurre otra idea genial: comprar un ala delta en Estados Unidos, desmontarlo a base de serrucho para llevarlo hasta Israel y una vez allí lanzarse desde alguna montaña para llegar planeando hasta Pakistán.

Lo peor de todo es que el personaje es real. Y además es cierto que estuvo en Pakistán buscando a Bin Laden, de hecho Faulkner asegura que fue él el que puso en bandeja a la CIA la captura del líder de Al Qaeda. Lo del barco y el ala delta no creo que sea cierto pero hay que reconocer que le va que ni pintado viendo el tipo de personaje que es.

Patriota, bocazas, impulsivo, siempre hablando a gritos, absolutamente inconsciente, loco de atar, pero con grandes dosis de carisma y simpatía y no tan tonto como podría aparentar...Nos da tiempo a conocer a fondo a Gary, ya que más allá del hilo de la historia, que es no poco importante, la película se esmera en presentarnos la faceta más humana del personaje gracias sobre todo a un omnipresente Nicholas Cage, que por una vez y sin que sirva de precedente, está muy bien. Incluso comedido, lo cual tiene bastante mérito teniendo en cuenta lo extraño de la personalidad de Faulkner.

Objetivo: Bin Laden de Larry Charles, resulta además de lo más instructiva. Sin duda se han dejado llevar por este moderno Don Quijote a la ahora de escribir el guión, impregnándolo de sus fantasías y locuras pero evitando juzgarle en ningún momento ni ridiculizarle. Y al final, por mucho que nos queramos sentir moral e intelectualmente superiores a Gary, terminamos reconociendo que al menos a perseverancia no hay quien le gane....ni a cojones tampoco.

Así que tenemos, una historia interesante, un personaje a descubrir magníficamente interpretado y una película que en su conjunto resulta entretenida y original que, teniendo en cuenta los tiempos que corren, ya es mucho decir.

Calificación final: Digna y honesta.





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