lunes, 9 de enero de 2017

Mi vida a lo sesenta

La verdad es que a veces da gusto ser europeo porque  hay temáticas que sólo deberíamos tratarlas nosotros ya que cuando lo hacen los americanos suelen cagarla en forma de moralinas, fabulitas de tres al cuarto, lecciones a destiempo y mucho miedo a salirse del camino marcado y de lo políticamente correcto.
Hoy estamos de suerte porque Mi vida a lo sesenta de Sigrid Hoerner es alemana.

 Una reconocida aunque ácida y antisocial bióloga a la que prejubilan en su empresa el día de su 60 cumpleaños, decide que es momento de tener un hijo gracias a los óvulos que congelo cuando tenia 40. Buscando un donante de esperma lo más normal posible para contrarrestar todas sus rarezas, da con un joven periodista, hijo de un galerista de arte también en sus 60,  obsesionado con seguir pareciendo joven con el que casualmente ya ha tenido un par de encuentros fortuitos no del todo agradables.

Me suelen dar mucha pereza las comedias crepusculares o las que tratan los temas existenciales desde un punto de vista ligero, pero no se que me ha pasado con esta que me la he visto del tirón. Y además me he reído.

El miedo al paso del tiempo, a la perdida de juventud y de atractivo sexual, la muerte de los seres queridos, la perdida del trabajo o el temor a estar fuera de época son temas que se tratan sin tapujos en esta peli y que suelen más impulsarnos a meternos debajo de una manta que a echarnos unas risas con ellos, sin embargo magicamente consiguen lo segundo.

Y todo gracias a unos muy buenos diálogos, bastante sarcásticos y sobre todo a la construcción de unos personajes tremendamente atractivos, humanos y comprensibles para todos en todo momento. Sus anhelos, sus meteduras de pata, sus divertidas inmadureces hacen que nos sintamos identificados con ellos y que en ultima instancia le tengamos un poco menos miedo a hacernos mayores.
No hay que perderse en ningún momento como acaba el muñeco de bebé que le prestan a la prota para que se vaya acostumbrando a la maternidad .

La única pega que podría ponerles es la elección de los dos actores principales, y no porque lo hagan mal  sino porque ¡están demasiado bien para tener sesenta años! Así que este año va a haber que tomarse en serio lo de la dieta y el ejercicio. Una vez más.

Calificación final: ¡La madurez es un mito!







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