lunes, 6 de marzo de 2017

Como perros salvajes

Una de Paul Schrader, el guionista de clásicos como Taxi Driver o Toro Salvaje y muchas otras y que también ha tenido sus éxitos, aunque de menor calado, como director: American Gigolo, Mishima o Aflicción. Con lo que se demuestra una vez más que el currículum es sólo eso, currículum.

La peli va sobre tres ex convictos bastante asesinos y peligrosos, todos ellos con un punto de psicopatía, a los que les encargan el secuestro de un bebé con ánimo de que el padre del niño pague lo que le debe al mafioso que les contrata. Ninguno de los tres es un intelectual precisamente por lo que el sencillo plan que trazan (es un decir) no lo ejecutan todo lo bien que se podría esperar de unos profesionales (otro decir).

Siempre he echado en falta en Paul Schrader un poco más de personalidad en su estilo de dirigir películas. Se ve buena mano en la escritura (que no es de él en este caso) con unos personajes más complejos de lo que aparentan a simple vista y unos diálogos superdepurados. El problema está en la propia composición de la película y en su indefinición estilística.

A veces parece que quiere ser Tarantino, otras Scorsese y en algún momento hasta Guy Ritchie (que ya hay que tener ganas) pero lamentablemente no consigue aproximarse ni de lejos a ninguno de ellos.
 Recursos poco imaginativos, narración demasiado lineal en una historia que pide a gritos una estructura más compleja y encima cierta ingenuidad en la manera de rodar las juergas de los tres protagonistas (momento Ritchie).

Tenemos todo el rato la sensación de que se nos escapan detalles de los personajes y del argumento por culpa de una mala adaptación de la novela Dog eat dog de Edward Bunker en la que está basada la película. Parece que nos quieren contar algo importante sobre la violencia y la condición humana pero desafortunadamente la cosa se queda en casi nada. Un mero argumento y no demasiado bien hilado.

Pese a todo se deja ver. Aun con todos sus defectos es más o menos entretenida y vale la pena la buena interpretación (con un personaje bastante agradecido) de Willem Dafoe...no así la de Nicholas Cage, que aunque está bastante más contenido que de costumbre, no termina de estar en el tono que requiere el personaje, o sea como casi siempre.

Calificación final: Una obra menor de un grande.


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