lunes, 13 de marzo de 2017

Outsider

No se por qué pero ciertos subgéneros me suelen resultar especialmente atractivos. En general podríamos decir que son los que se desarrollan en un ambiente opresivo, grupal y un tanto agresivo, a saber: las de cárceles, las de reclutas, las de bandas, las de boxeo y últimamente hay que añadir a la lista ¡las de brokers!

La peli va sobre Jérôme Kerviel, un broker real de la Société Générale de París que destacaba por hacer resultados 10 veces mayores que sus compañeros...al menos oficialmente. Sus primeros pasos en la empresa como ayudante y su rápido ascenso entre sus colegas, llegando a ganarse el sobrenombre de "El Mesías" se irán transformando en una obsesión permanente por la ganancia desmedida, llegando a su cenit justo cuando estalló la crisis de 2008. Igual esto ni os suena.

Outsider de Christopher Barratier tiene un pequeño gran problema y es que existe una peliculilla por ahí llamada El Lobo de Wall Street que se la merienda con Phoskitos. Por supuesto no es la misma historia en absoluto, ni en el fondo ni en el argumento ni en el personaje, pero comparte una serie de puntos en común que hace casí imposible no tener en mente todo el rato el genial film de Martin Scorsese.

El ambiente infantiloide y derrochón, la permanente testosterona, el profundo machismo y las personalidades prepotentes, narcisistas y chulescas que, al parecer, son algo habitual en un oficio en el que se juntan mucho dinero y muchos descerebrados a la vez, son moneda común en todas las películas del sub género. Pero, joder, ¡eso es precisamente lo que hace que sean divertidas! (¿veis? ya se me ha pegado algo).

Pero claro el Estados Unidos de los 90, época dorada de los brokers, no es lo mismo que el París de principios de siglo XXI. Aquí lo más que hacen es jugar al fútbol en la oficina mientras que en las oficinas de  El Lobo de Wall Street se meaban (literalmente) en los informes de inspección. Aquí van al puticlub de vez en cuando mientras que en la otra se contrataban a cuatro fulanas a la vez tres veces a la semana, además de tener su propio arsenal de prostitutas en el mismísimo parking de la oficina. Botellitas de champan frente a coca, quaaluds, morfina y mil cosas más y así con todo. En lo que si que supera por goleada al Lobo es en la magnitud de la estafa que digamos que es digna de alguien al que apodan "El Mesias".

Pero bueno, acepto que no todo el mundo tiene la capacidad ser Martin Scorsese o Jordan Belfort y que la película, sin ser una obra maestra, se deja ver con gusto y es entretenida, aunque no entendamos nada de lo gordo de los trapicheos que están haciendo, que se nos revela, más bien, por la música tensiva y las caras de emoción o preocupación de los brokers.

Calificación final:  Un reflejo del ambiente finaciero pre-crisis.

2 comentarios:

  1. Hola :) No conocía esta película pero vi el Lobo de Wall Street y no sé si es que el muchacho DiCaprio no es de mis actores favoritos o que la historia no me terminó de convencer, para estar relacionada con hechos verídicos me dejó un sabor medio amargo.

    Acabo de conocer tu blog, y me quedo por acá a seguirte. Vine desde el sitio de una amiga tuya que nos recomendó este espacio por tus recomendaciones de pelis y un humor ácido jaja, a mí me encanta eso y se ve claramente reflejado en tu redacción :) Nos leemos♥

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  2. Me pasa a mi lo mismo con DiCaprio, que nunca me terminaba de convencer hasta que lo vi en El aviador, ya después en El Lobo de Wall Street me encantó!.
    Muchas gracias por seguirme y por los comentarios!

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