lunes, 8 de mayo de 2017

Bronce (The Bronze)

Investigando un poco  Bronce, de Bryan Buckle veo que tuvo cierta resonancia una escenita de sexo que se va cocinando desde el principio especialmente entre los que fantasean con el "sexo entre gimnastas" y del que nos hacen una demostración bastante instructiva hacia la parte final de la película. He querido empezar con esto para eliminar ansiedades de lectores fácilmente impresionables. Vale, tiene su gracia el polvo, pero es tan solo una anécdota, que hasta podría sobrar, dentro de una historia con más fondo de lo que parece.

La peli va sobre una gimnasta americana de una pequeña ciudad que una vez ganó un bronce en unos campeonatos mundiales estando lesionada y que le convirtió en una celebridad local. La pega es que eso ocurrió hace 12 años. Caprichosa, mal hablada y con más vicio que Paneque, la pequeña Hope (Melissa Rauch, la de Big Bang Theory) no duda en aprovechar su fama para hacer todo lo que le sale del toto.

No sé si decir que es una comedia ácida o un drama suavizado. Lo que está claro es que nos ofrecen  una mirada no demasiado amable sobre el mundo de la gimnasia deportiva de élite. Hope siempre va por el pueblo con su viejo chándal de la selección estadounidense, con su coleta y su gracioso peinado con flequillo y laca haciendo lo imposible por mantener la imagen icónica de sus buenos tiempos. Su carácter sin embargo es irritable, agrio e insoportable. A pesar de ello todo el pueblo le ríe las gracias, incluso su padre, al que tiene totalmente sometido.

Sin duda resulta cómica la imagen aniñada de Hope, pese a que ya ronda los 27 años y el contraste con su vocabulario soez y afilado como la lengua bífida de una serpiente. Pero nos remarca perfectamente el atontamiento que sufren muchos ex deportistas de élite, especialmente si se han retirado antes de tiempo por lesiones (el caso de Hope) y su batalla por no caer en el olvido y por madurar, después de haberlo sido todo en algún momento de sus vidas.

Pero además, y gracias a que la prota empieza a recorrer cierto camino de redención al entrenar a una prometedora chica del pueblo, nos enseñan lo esclavizante de la disciplina, las infancias robadas, la incultura inevitable que acompaña a la dedicación absoluta a una actividad física y encima las rastreras y ruines relaciones que se suelen crear entre los propios compañeros del mundillo.

Nos cuentan lo que nos quieren contar y está bien hecho y bien contado pero creo que alguien debería hacer una película verdaderamente seria sobre el tema ya que nos quedamos con la sensación de que aún queda mucha tela que cortar.

Calificación final: Comedia oscura con momentos emotivos y happy end.

No hay comentarios:

Publicar un comentario